El Arcángel Nathaniel, con su radiante luz dorada y su energía sanadora, ofrece consuelo y apoyo en momentos de necesidad emocional y espiritual.
Como el arcángel de la compasión y la consolación, Nathaniel nos envuelve en su amoroso abrazo para sanar nuestras heridas más profundas y restaurar nuestra fe en el universo. Se le puede llamar en momentos de tristeza, dolor o confusión, o todas aquellas en las que necesitamos sentir la presencia reconfortante y amorosa de lo divino.
A Nathaniel podés llamarlo cuando estés atravesando procedos de duelo (de cualquier tipo), pérdida o angustia emocional, buscando consuelo y esperanza en tiempos difíciles.
Su energía amorosa y transformadora nos ayuda a liberar el dolor del pasado y a encontrar la paz en el presente, recordándonos que somos amados y sostenidos por el amor infinito del universo. Al llamar al Arcángel Nathaniel con sinceridad y humildad, podemos experimentar su sanación profunda y sentirnos renovados en cuerpo, mente y espíritu.