I CHING EL LIBRO DE LAS MUTACIONES
I CHING EL LIBRO DE LAS MUTACIONES
"Lo inmutable es la mutación", este es el principio fundamental que vertebra el "I Ching", antiquísimo libro de oráculos y sabidurías que desde la dinastía de los Chou (1122-221 a.C.) impregna la cosmovisión china. De él bebieron Lao-Tse -el legendario autor de el "Tao Te Ching" y fundador del taoísmo- y Confucio el cual, a una edad avanzada, seguía entregado con toda su alma a su lectura y consulta y al cual debemos un "Comentario al Libro de las Mutaciones", que sigue siendo fundamental en la actualidad y en el cual Confucio se aproxima mucho a las doctrinas de Lao-Tse.
Para el "I Ching" la esencia del mundo no es un estado estático-mecánico, el mundo está en un perpetuo cambio y mutación. Todo lo que es, precisamente por ser, está sometido a la muerte. El mundo de los fenómenos descansa sobre una oposición polar de fuerzas; lo creador y lo receptor, lo positivo y lo negativo, el uno y el dos, la luz y la sombra, todas estas manifestaciones de las fuerzas polares son las que producen el cambio y la mutación constante. El eje de todas estas transformaciones es el gran polo -T´ai Ki- la unidad más allá de toda dualidad, de todo suceder, de toda existencia.
Pero el "I Ching" no es sólo un tratado filosófico ético, sino que debe su popularidad e influencia a su dimensión oracular, a su diseño como dispositivo algebraico de adivinación, que orienta las consultas particulares haciendo auténticos alardes de prospectiva en base a las leyes de sincronicidad.